Interpretar el peritaje del carro es tan importante como el mismo precio del vehículo. ¿Qué es, cuál es su importancia y cómo interpretarlo cuando compramos un carro usado.
El peritaje o avalúo es el proceso en el cual se valora el estado general del vehículo en cuestión, desde el funcionamiento del motor hasta las condiciones de la carrocería, el chasis y el interior de la cabina.
Esta revisión exhaustiva debe hacerla un personal mecánico calificado y es necesario cuando se compra un vehículo usado.
El peritaje sin duda es una garantía que te permitirá obtener seguridad en la inversión que estás llevando a cabo, pero también es un requisito indispensable que deben cumplir todas aquellas empresas de financiamiento comercial, bancos y corporaciones que prestan dinero para la adquisición de autos usados.
La labor del experto en esta área destaca porque respalda que adquirir un vehículo usado sea un proceso confiable. Además, el peritaje permite un acercamiento más real al precio del vehículo, pues en muchas ocasiones el vendedor tiene una percepción errada del valor del carro.
Verificación del motor, acá se revisa el estado del mismo, su composición, si existen fugas de compresión, se evalúan los niveles de aceite y en general el comportamiento de la máquina.
La revisión del sistema eléctrico también juega un papel importante en el proceso de peritaje porque se podrá conocer a fondo sobre el funcionamiento de los accesorios y las piezas.
El técnico o mecánico también evaluará la estructura general del chasis y la suspensión (amortiguadores, tijeras, bujes, entre otras piezas del vehículo).
El alineador es otro paso fundamental en el peritaje, aquí se comprobará el funcionamiento de la caja y la dirección del vehículo. De esta forma se podrá diagnosticar si el desgaste de los neumáticos es adecuado. En este proceso se verificará el estado de las pastillas, los discos, las bandas y las campanas.
La evaluación exterior del vehículo no es menos importante, aquí los expertos se aseguran el buen estado del auto a simple vista. Se evaluarán: la pintura, los vidrios, las luces traseras y delanteras, el funcionamiento de puertas y baúl.
La parte interior del vehículo también debe ser evaluada y es uno de los pasos que más capta la atención de los clientes, después de todo será el área que siempre. Acá se evaluarán: la tapicería, estado del techo, el tablero, la radio, accesorios, parasoles, el radio, el volante y la palanca de cambios, entre otros.